hilar fino
diciembre 23, 2014 § Deja un comentario
Se nos dijo —y es así— que los tiempos finales, aquellos en los que ya no queda tiempo por delante, son tiempos de Revelación. La pregunta que podemos hacernos ahora, sin embargo, es si en esos tiempos lo que acontece es Dios o nuestra fe en Dios. Pues, si fuera lo primero, entonces los tiempos finales serían algo así como una óptica, un punto de vista, acaso el único desde el cual constatar la realidad de Dios. Pero en ese caso, el creyente no sería el que permanece a la espera de Dios, precisamente, en la situación en la que no parece que pueda haber Dios, sino el que comprueba su presencia como quien da fe de lo innegable.